EUROPA
PRESS
12 noviembre
2019
“Los
cirujanos estéticos no debemos crear una demanda artificial entre los
adolescentes”
Desde la Asociación Española de Cirugía
Plástica y Estética (AECEP) se ha pedido un consenso ético entre todos los
profesionales en relación a la cirugía estética y los menores, ya que, en
palabras del presidente de la asociación, Jesús Benito Ruiz, "los
cirujanos estéticos" no deben "crear una demanda artificial entre los
adolescentes".
En este sentido, el presidente de la Asociación Española de
Cirugía Plástica y Estética ha recordado que la sociedad se encuentra en un
periodo de plena disrupción tecnológica, en el que las necesidades en relación
a la imagen corporal se dan cada día a edades más tempranas, por lo que los
profesionales del sector deben ser los primeros en plantearse el debate
'jóvenes y bisturí'. En estas circunstancias, ha asumido, "los
especialistas tenemos que ver muy bien cómo entienden los adolescentes la
cirugía. Son un grupo de riesgo, porque no tienen conciencia de lo que es el
futuro".
La también miembro de AECEP, la doctora Marisa Manzano, ha
ido más allá y ha advertido sobre la presión que sienten los adolescentes con
respecto a su cuerpo. Las redes sociales, ha explicado la cirujana, les ofrecen
la posibilidad no sólo de presentar una buena versión de sí mismos, sino una
imagen de lo que a ellos y como a ellos les gustaría ser.
"Detrás del postureo puede
encontrarse esa presión antes mencionada. Se construyen una identidad y quieren
hacerla verdadera. Quieren cambiar, por eso se informan y consultan. Si se
produce la demanda real de una operación, se presenta un conflicto familiar,
como ocurre, a menor escala, con otras modificaciones físicas como son los
tatuajes y los piercings", ha asegurado.
El secretario de comunicación de AECEP, el doctor José María
Picó, ha desmentido que haya crecido la demanda de cirugías de carácter
estético, ni tampoco que se regalen operaciones de aumento de pecho a menores y
a jóvenes con motivo de su mayoría de edad. "Lo que se ha incrementado son
las consultas en relación a cirugías con un carácter reparador, como pueden ser
las que corrigen la asimetrías e hipertrofias en el pecho femenino. También los
chicos piden información sobre la ginecomastia, la acumulación de grasa en la
mama masculina", ha matizado.
La secretaria general de AECEP, la doctora Marifé Prieto, ha destacado la importancia del apoyo
psicológico que puede suponer corregir en quirófano algún problema que suponga
un complejo físico para el menor. El más habitual son las llamadas orejas de
soplillo, que pueden ser operadas a partir de los cinco años, siempre con el
consentimiento paterno.
"Nos encontramos ante una excepción, puesto que aunque
no existe una normativa unificada en cuanto a la edad para someterse a una
intervención de estas características, la decisión legal debe basarse en dos
límites. De un lado la mayoría de edad civil, situada en los 18 años, y del
otro, la mayoría de edad sanitaria, que se encuentra en los 16", ha
explicado la doctora Manzano.
Es en este último punto en el que debe haber consenso ético
para decir no a demandas que no están relacionadas con la salud, sino con un
deseo que se produce en un momento puntual, según ha recalcado la doctora.
El presidente de la AECEP ha puesto de ejemplo a la red
social Instagram, que recientemente ha ordenado
retirar los filtros con los que los usuarios se sometían a una intervención
virtual. "En la vida real hay un factor de protección para evitar que los
chicos y chicas pidan operarse de estética, el dinero. Los adolescentes, por
norma general, carecen de poder adquisitivo para costearse una cirugía
estética", ha indicado.
Si se da el caso contrario, se pueden realizar todo tipo de
operaciones, pero los cirujanos "tienen que dar una guía y consejo. No
todo es posible ni a cualquier edad ni a cualquier precio", ha finaliza la
doctora Manzano, ha recordado también lo importante que es que, desde AECEP,
como asociación científica, se de un mensaje de responsabilidad en relación a
la excesiva sexualización del cuerpo, sobre todo del
de la mujer.